La Cova d'Alí Babá, o la Cova del Judio.

Corría el año 2004, y en un rincón de Olocau llamado la Cova del Judio, un agente de la Conselleria de Territori se encuentra con esta barbaridad urbanística del tamaño de dos campos de fútbol en la que se están construyendo tres chalets en zona no urbanizable y junto al parque natural de la Serra Calderona.

Se inicia el expediente por parte de la Conselleria y pasados unos años, en los que la pasividad de Ayuntamiento de Olocau 2003-2007 es total, el juzgado determina que el constructor responsable de las obras , llamado Elpidio ,debe restablecer la legalidad y proceder a la demolición y restauración de la zona. El constructor termina las viviendas sin que el Ayuntamiento de Olocau 2003-2007 le abra ningún expediente y acto seguido remite una carta al juzgado diciendo que no podía cumplir la sentencia, puesto que los chalets ya  no eran de su propiedad y los propietarios no le dejan acceder a la propiedades para demolerlos. 

Ya en la legislatura 2007-2011 el juzgado se pone en contacto con el Ayuntamiento de Olocau, y le comunica que se debe cumplir la sentencia y debe comunicar si así se ha hecho o no. El Ayuntamiento ratifica que no se ha restaurado la normalidad en la zona y procede a notificar a los afectados el contenido de la sentencia. Sin embargo, lejos de acatar la sentencia , o denunciar a quien les vendió viviendas ilegales, los propietarios solicitaron la licencia de primera ocupación y cargaron contra el Ayuntamiento.
Recientemente el juzgado vuelve a dictar sentencia y obliga al constructor a derribar las tres viviendas. 

La Cova del Judio y otros ejemplos que podemos encontrar en Olocau son fruto de la mala gestión de nuestro Ayuntamiento que padece una ceguera , cuanto menos, curiosa. Es difícil de entender como se puede realizar una excavación de semejante envergadura en un paraje afectado por su proximidad a un parque natural, sin el conocimiento ni la licencia del Ayuntamiento de Olocau. Toda la zona esta salpicada de irregularidades urbanísticas que con el paso de los años han adquirido derechos innegables ,pero la nula planificación y el desorden incrementan el gasto  y ocasionan un grave impacto en el medio ambiente. 

Se puede llegar a pensar que es mejor regularizar que llegar al extremo de tener que derribar la vivienda de uno de nuestros vecinos, pero esto crea un precedente y deja en el aire una pregunta: ¿Podemos hacer el resto de los vecinos también lo que nos venga en gana?

Fotos del paraje natural.