Excesiva permisividad urbanística, a quien beneficia?

    Camí de la Cargadora, Balseta La Mara. Abril 2012.

En Olocau, existe una situación de dejadez, que provoca que muchos de los núcleos residenciales carezcan de servicios básicos como el asfaltado, alumbrado o canalización de las aguas residuales. Como consecuencia el impacto ambiental es brutal y las cargas económicas que debe soportar el municipio crecen por culpa del descontrol y el desorden que genera esta práctica urbanística.
Los equipos del PSPV se han distinguido siempre por su excesiva tolerancia en la permisividad urbanística, propiciando la proliferación de actuaciones fuera de ordenación, en la que los propietarios actúan al margen de la ley y se ven impulsados a conseguir algunos servicios como la luz y el agua de forma precaria e incluso fraudulenta.
Esta situación discrimina a aquellos propietarios que han conseguido su pertinente permiso de obra (que son una minoría) y beneficia a los que actúan ilegalmente (abundan ejemplos por todo el término municipal) consiguiendo que el ayuntamiento ceda a las presiones urbanísticas que al final irán en perjuicio del propio ayuntamiento.
Estas prácticas permiten obtener réditos políticos y electorales pero ponen en serio peligro el desarrollo sostenible y equilibrado de cualquier municipio.

Estado anterior del ejemplo.Google Maps

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